La intención de esta nota es dar una explicación, y tratar de hacer entender lo que les parece tan inaudito, mis publicaciones acerca de lo que hoy es México.
Me han llamado malinchista, negativo, mal mexicano, pesimista, pésimo ciudadano, etc. No me incomoda, mucho menos me importa, se muy bien lo que soy y lo que no, y tengo muy en claro una cosa, soy mucho mejor ciudadano y mexicano, que los patrioteros que se enorgullecen de su país por un partido de fut bol mal jugado y bien perdido; o por un pseudo-festejo bicentenario que nos ha costado sangre.
Se muy bien porque soy un buen ciudadano, y lo diré, porque a pesar de las pésimas condiciones en que se vive, sobre todo en mi Ciudad Juarez, mantengo la cara en alto, y sigo pensando día a día, como podemos salir de este hoyo que hemos cavado. He lanzado tres propuestas concretas acerca de proyectos de como trabajar por Juárez, la convocatoria se ha realizado entre 150 y 200 personas. En cada propuesta he recibido el apoyo de máximo 7 personas. Claro, he recibido respuestas alentadoras pero jamas comprometidas, en resumen, mucho bla bla bla. Cero compromiso.
Soy criticado por aquellos que se han instalado en una burbuja de confort, confort efímero, porque las burbujas, como todos sabemos, tienden a estallar. He sido criticado por quienes cómodamente viven en el extranjero, y me llaman malinchista. Tambien por quienes dicen que hacen mucho por su ciudad, cuando lo unico que hacen es trabajar.
Hoy vivimos una situación de emergencia, y quien no lo crea, es porque no lo quiere creer. Vivimos un estado fallido, un estado sin ley, en el que ya no es suficiente con "trabajar duro por nuestro país". Estamos viviendo un estado de revolución, lean las notas: "Comando armando entra a un aurrera y se llevan miles de pesos en mercancía"; "Comando armado entra a agencia de autos Audi y se lleva una camioneta", "Aparecen dos colgados en un puente en plena ciudad", "Se pagan dos cuotas por negocio", "Comando armado acribilla a 16 estudiantes en una fiesta"...
Hablaran de la enormidad del país, de su riqueza cultural y natural, de su profundo pasado histórico, de sus héroes, de su raza, pero eso, no ha servido absolutamente de nada ante sendas demostraciones de apatía, insensibilidad y sobre todo irresponsabilidad por parte del grueso de la población mexicana.
Como me hablan de amor por México, cuando lo ven caer y solo agachan la mirada. Como se atreven a decirme pesimista cuando hablo de un país devastado por el crimen, y completamente olvidado por su gente.Como osan llamarme mal mexicano, cuando he concretado tres llamados a luchar por mi ciudad, y he recibido la respuesta de 7 personas. Como hablan de poco valor, cuando soy quien ha salido a la calle a protestar, a exigir, a pedir sean cumplidas las leyes, he dado mi cara y la seguiré dando, sin esconderme tras un perfil cibernetico y mucho menos tras una visa extranjera.
Su actitud patriotera me hace pensar en el ejemplo que han seguido, el de un presidensete, terco, ofuscado por la necedad, ofendido por las afirmaciones (ciertas todas ellas) de que el país esta en poder del crimen. Definitivamente, la actitud del presidensete en turno, es la de cada uno de mis críticos. Me llaman malinchista por decir la verdad, y hoy mas que nunca aplica el refrán: "la verdad no peca, pero incomoda" y hay verdades harto incomodas, porque involucran nuestra propia moral, envuelta en la mierda de la falta de civilidad. Saben que esa verdad es un espejo, y no les agrada el reflejo.
Solo tengo algo que agregar, en una guerra, revolución o como deseen llamarle, se lucha, se pelea, se combate pues. En una revolución, se pone en juego la vida misma. Así que, quienes me llamen negativo, malinchista o pesimista, primero piensen en su falta de valor para pelear por ese país que tanto dicen amar. Y no me argumenten que están haciendo su trabajo y con eso contribuyen, no señores, eso es lo que deben hacer, y el país esta exigiendo un extra que se llama lucha social. Tampoco crean que se defienden al decir que les da miedo salir y morir en la lucha, porque ese es el estado de cosas que hemos provocado, tal ves antes, pudimos ganar la batalla en el papel, en la mesa, hoy ya no. Hoy la batalla se ganar en la calle y si, tal ves cueste sangre y vida, pero así es una revolución. Quien quiera luchar, hágalo en verdad, y quien no, espere cómodamente en su burbuja, porque le polvorín lo hará salir de ahí, y de cualquier manera perderán su confort.
Mientras tanto, seguiré convocando a mis proyectos, y seguiré llamando a México un país de jodidos, hasta que no sea demostrado lo contrario. Si alguien se incomoda, haga lo que sabe hacer muy bien, voltear la cara a mi publicación, y fingir que no pasa nada, hasta que le llegue el polvorín. Así que quien quiera llamarme detractor, piénselo dos veces antes, porque habrá que ver quien es un buen mexicano.
Juárez, México, ya estuvo bien de dormir. ¡DESPIERTA!
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